En muchos casos nos equivocamos al elegir nuestro centro de estética de confianza, y a veces es demasiado tarde para remediar el error cometido. En otras nada más entrar comprobamos que lo que parecía el centro de estética ideal es lo más parecido a un Titanic de la belleza.
¿Por qué nos pasa esto? En la mayoría de los casos por las prisas y por dejarnos guiar por recomendaciones sin haber hecho una investigación previa. Pedimos la cita online y cuando llegamos vemos un equipo obsoleto, profesionales que nos atienden mal, o no tenemos el resultado que esperábamos.
Para que esto no nos pase hemos decidido dejarte una lista de los errores más comunes que solemos cometer al elegir y cómo corregirlos.
- No siempre lo más barato es lo mejor. En la mayoría de los servicios no vale la pena pagar menos, ya que en muchos casos la calidad también está relacionada con la disminución de precio.
Ir a un centro de estética más barato en el que te apliquen coloración que dañe tu cabello (lo notaremos porque nos resultará imposible pasar un peine) o te sometas a un tratamiento anticelulítico durante meses y no notes el resultado.
Al final habrás perdido dinero, tiempo y en el peor de los casos habrás entorpecido el resultado. por lo tanto más vale elegir un centro de estética adecuado, y si no tenemos mucho dinero, en vez de ir tres veces a cortarnos el pelo ir solamente una.
- No tomarnos los tratamientos corporales y faciales como una cuestión de salud. Hacernos la depilación láser por muy común que sea siempre tiene que estar supervisado por un especialista.
Sino nos arriesgamos que nos quemen las piernas, las axilas o incluso la cara y que esas quemaduras deriven en cicatrices o manchas de por vida. No solamente estaremos una semana incómodos o sin ponernos ropa ajustada, sino que nos arriesgaremos a quemaduras más graves.
Por lo tanto no nos tomemos este tipo de tratamientos como “caseros” y asegurémonos de que el centro al que acudimos tiene las licencias y títulos adecuados y que cuenta con profesionales bien preparados y con experiencia.
- Los milagros no existen. Desgraciadamente, no te fíes de un centro de estética que te promete perder volumen en una semana sin hacer ni dieta ni ejercicio.
Cuando vayas a elegir un centro asegurate que dentro de las metas que te prometen sean objetivos realistas y asumibles. Nadie va a adelgazar sin poner de su parte ni de una semana a otra, por lo tanto valora siempre la honestidad del profesional que te atiende.
- No investigar las opiniones de los clientes. Hay un apartado muy útil en las páginas de los centros de estética en el que los clientes pueden dejar sus opiniones y sus experiencias en el centro.
Al igual que las leemos cuando estamos buscando un buen restaurante donde comer es importante que aquí también lo hagamos, sino nos podemos encontrar con que nos atienden mal, los tratamientos no son lo que prometen o cualquier cosa.
- No investigar más allá del menú principal. La página web de un centro de estética es como su carta de presentación, pero tenemos que hacer una búsqueda más en profundidad.
Por muy bonitas que sean las fotos o muy bien que esté organizado el menú investiga acerca de la filosofía del centro, cuántos años llevan abiertos, si tiene un blog en el que cuentan cosas relacionadas con la estética, si los tratamientos están bien explicados…
Todos estos detalles te darán información de si se trata de un centro de estética profesional o es mejor que sigas buscando.